viernes, 22 de enero de 2010
DESPERTAR
Vengo de un universo repleto de viscosidades amenazantes que me hieren el ego y que ensucian mis manos para no permitir que de ellas salga idea limpia, idea clara.
Todo vive envuelto por una nube anaranjada que se olvida de hacer la colada solo para no dejarme escapar de esta ignorancia, de este pensamiento sedentario que engorda a medida que pasan los días y que llegará incluso a devorarme los sesos.
El mundo vuelve a presentarse ante mí más trascendental que nunca, el muy hijo de perra.
Ya esto no es esto. Ahora esto conlleva a aquello y aquello a lo de más allá.
Me fumé la trivialidad y ahora ese pasado no es más que ceniza alrededor de una colilla de babas secas.
El presente calza tacón alto y pisa sobre suelo de cristal de incertidumbres, exótico para la mayoría. Y a cada paso lo rompo y los mil pedazos me cortan los pies y las manos y los ojos.
Pero sigo caminando la realidad, rompiendo lo establecido, los conceptos, las convenciones.
Y calzo tacón alto.
Y de aguja, por si acaso.
martes, 12 de enero de 2010
A TRAVÉS DE
Sola, ahogándose en una neblina espesa que la agarraba del cuello y le susurraba palabras muertas al oído.
A lo lejos el maullido de un gato quejumbroso.
Algo más cerca el ladrido moribundo del último perro.
En el cuello de su camisa sollozos húmedos y lágrimas con sobrepeso.
Y ninguna luz.
Solo el momento, lento y pesado.
Solo los talones pegados al piso.
Solo el sabor amargo de un no. De un no darse cuenta. De un no saber.
Solo el olor nauseabundo de un adiós. No se sabe de cuál, pero de uno muy doloroso.
Porque no solo duele lo que se conoce. No señor.
Qué fácil sería en ese caso.
Qué fácil.
Qué ironía.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Animula Vagula, Blandula
Allí, como en otras cosas, el placer y el arte consisten en abandonarse conscientemente a esa bienhechora inconsciencia, en aceptar ser, sutilmente, más debíl, más pesado, más liviano y más confuso que uno mismo.
M. Yourcenar. Memorias de Adriano.
sábado, 1 de agosto de 2009
Wicca se irritó con la interrupción. Pero decidió responder.
- Cuando hablo de la fuerza, no hablo solo del acto sexual. Ciertas personas utilizan esta fuerza sin usarla. Todo depende del camino escogido.
- Conozco esta fuerza- dijo Brida-. Sé cómo utilizarla.
Era el momento de volver otra vez al asunto.
- Quizá sepas tratar el sexo en la cama. Esto no es conocer la fuerza. Tanto el hombre como la mujer son absolutamente vulnerables a la fuerza del sexo, porque allí el placer y el miedo tienen la misma importancia.
- ¿Y por qué el placer y el miedo caminan juntos?
Por fin la chica había preguntado algo que valía la pena responder.
- Porque quien se enfrenta con el sexo sabe que está ante algo que sólo sucede con toda su intensidad cuando se pierde el control. Cuando estamos en la cama con alguien, estamos dando permiso para que esta persona comulgue no solamente con nuestro cuerpo sino con toda nuestra personalidad. Son las fuerzas puras de la vida que se comunican, independientemente de nosotros y, entonces, no podemos esconder quién somos.
No importa la imagen que tengamos de nosotros mismos. No importan los disfraces, las respuestas preparadas, las salidas honrosas. En el sexo, se hace difícil engañar al otro, porque allí cada uno se muestra como realmente es.
Wicca hablaba como alguien que conociera bien aquella fuerza. Sus ojos tenían brillo, y había orgullo en su voz. Tal vez fuese esa fuerza lo que la mantenía tan atrayente. Era bueno aprender con ella: un día terminaría descubriendo el secreto de todo aquel encanto.
Brida, Paulo Coelho.
domingo, 26 de julio de 2009
TATE MODERN LONDON. SENSACIONES INTERNAS.
Tampoco lo pretende.
Justo en frente aparecen difusos unos genitales, en un tríptico repleto de rosas.
Jabones cuelgan del techo recordando diversos y pasados modos de vida. Intimidad.
Un ciervo duerme tranquilo, mientras el cuervo, el sabio y misterioso cuervo, lo vigila.
Alguien ha olvidado su brújula sobre la mesa. Qué le vamos a hacer. Probablemente volverá a por ella.
“Una estrella acaricia el pecho de una negra”.
Un pequeño pájaro, encerrado en una jaula metálica aguarda la llegada del día, perdido en el bosque.
Dos amantes se comen a besos, excitados y ansiosos.
La cama se inclina y un cuerpo yace en ella estático. Inerte.
Las palabras emanan de algún lugar e intentan transmitir, desde cierto punto más allá de lo perceptible, qué sienten los átomos.
Las chicas bailan a la orilla del mar; la tarde es soleada y agradable. Sus vestidos vuelan alrededor de sus delgados cuerpos.
En otro lugar, lejos de allí, es de noche y un teléfono cuelga de las nubes. Reunión entre ministros. Un lago que se asemeja a un pez viscoso. Montañas negras.
Ciudades industriales cubiertas de hollín. Palomas muertas que cuelgan de flechas incrustadas en la pared. Rostros casi imperceptibles trazados sobre el carbón
La casa de un soldador, repleta de símbolos inconcebibles.
Mujeres desnudas que no atienden al hombre que las mira desde la única sombra de la habitación.
Y yo absorta, intentando cruzar con la mente y los sentidos el abismo entre dos realidades.
jueves, 23 de julio de 2009
REALIDAD CAMBIANTE
Relojes en stop, pero no estropeados, ya que ofrecen la hora dos veces por día.
Camas que se van poblando de sueños, fiebre, risas.
Libros que se consumen poco a poco durante horas de bienestar.
Días grises en los que un rayo de sol es una alabanza. Cantos fúnebres emergiendo de bocas sonrientes.
Hierro agujeread, pendiente de un largo hilo.
Abandono del yo, la realidad. Intromisión en un más allá incomprensible que me ayuda a comprender.
Dudas ambulantes cercando un sabio conocimiento. Único. Irrepetible. Como el propio ser humano.
Caras que se aparecen en sueños y obligan a recordar, a llorar. Tiempos pasados, agua caducada. Fruta estropeada. Minutos consumados y segundos degradados.
Adioses suspirados. Bienvenidas inesperadas.
Hasta luego, realidad. Vuelve pronto, pero no seas la misma. No permitas que me acostumbre a tus andares, a tus modales.
Mantenme en vilo, aguardando una vez más tu llegada.
LA OTRA PARTE
Acostumbraba a levantarse temprano. Se duchaba mientras un agradable olor a café inundaba la cocina, el salón, la habitación y, finalmente, se entrelazaba con el aroma del jabón que solía usar.
Tostadas (dos) con mermelada de frambuesa. Una manzana.
Tomaba el ascensor por las mañana, pero sólo lo utilizaba una vez al día. Trabajaba en una gran empresa. Era un gran hombre de negocios, atareado, saturado.
Solía comer en quince minutos, no más, y tomaba un café rápido en cinco, “a lo ejecutivo”.
Volvía a casa al anochecer. Nadie lo esperaba. A veces veía las noticias o leía el periódico, pero enseguida se metía en la cama. Sábanas limpias, perfectamente planchadas. Orden total. Disciplina absoluta.
Todas las noches, a las cuatro, se levantaba a beber tres vasos de agua y volvía a meterse en la cama.
Dormía hasta las seis. Tomaba un vaso de leche caliente y dormitaba un poco más hasta las siete y cuarto.
Así comenzaba un nuevo día, similar al anterior.
Pero un día, después de haber obtenido un gran premio por cierto proyecto, desapareció. Nadie supo más de él.
Excepto yo.
Él consiguió realizarse, logró su objetivo como buen profesional y eso le hizo enorgullecerse de sí mismo. Se sintió bien. Creció en su interior.
Pero ahora, sin embargo, tenía que encontrar a su Otra Parte.
Emprendió, lejos de su vida anterior, la búsqueda del amor.
miércoles, 22 de julio de 2009
RETRATOS
Museos. Postales. Pósters. Caras estampadas en bolsos, camisetas.
Facciones que quedan en la memoria de quien las mira o las intuye.
Deformaciones que causan una irrupción desagradable en la comisura de los labios.
Ojos que entristecen miradas para siempre.
Sonrisas que alegran el día.
Pechos que levantan pasiones.
Verdes esperanzados.
Amarillos peligrosos.
Negros de confusión.
Atmósferas multisensacionales que nos rodean sin siquiera percatarnos de ello.
Miradas lánguidas en un universo áureo que se ciñe a nuestros dedos a modo de alianza eterna.
Sí quiero. Deseo vivir en un mundo de retratos. En un mundo retratado y retratable. Lleno de colores, coloreado.
Retratos amigos, enemigos, conocidos y desconocidos.
Retratos en autobuses, en paneles gigantes a la salida de una gran ciudad desconocida, olvidada o ignorada.
Retratos que escapan y retratos que se reencuentran.
Retratos que se miran. Retratos que se aman, se besan y se hacen el amor mutuamente. Sin miedos. Seguros.
Olvidados de la mano que los unió. Olvidados de que fueron retratados. Desnudos. Cubiertos de cierta matanza de la vergüenza.
Descubiertos en la intimidad, en el deseo. En la explosión del placer.
Retratos que son recuerdos de aquel café que tomó Fulanito junto a Menganita mientras se acariciaban las manos, los cabellos, los senos y algo más.
Recuerdos de aquella cama en que anidaron su mutuo amor. Lloraron de alegría y rieron cuando estaban tristes.
Retratos que me devuelven a la infancia. A los pequeños sorbos de té gateando por la mesa. Robando el último placer de un largo orgasmo de cafeína.
Retratos que me devuelven a las orejas pegadas a las puertas, escuchando conversaciones inapropiadas.
Retratos mundiales. Mitos. Idolatrías.
Retratos escépticos. Retratos geométricos. Asimétricos. Iguales. Parecidos. Idénticos.
Retratos agresivos. Apacibles. Irascibles. Amables.
Retratos que se retratan.
Retratémonos.
martes, 16 de junio de 2009
EL PASO DE LA VIDA
Aquello era la fiesta del olfato.
Todavía no andaban niños por la calle y el silencio era todo lo sepulcral que puede ser en tal situación. La voz humana no irrumpía en el espectáculo, dejando paso al sonido de las cajas, los cuchillos afilándose y algún que otro bostezo.
Incluso los pájaros callaban, pues todavía sus píos no habían despertado de una larga noche placentera.
Paseaba por la orilla, no del río (aquello era un lujo), sino de las vías del tren. Daba igual; su mañana seguía siendo inmensamente idílica.
Solía tomarse un café con doble carga de agua mientras degustaba un apetitoso croissant, pero no con la boca (otro lujo), sino con los ojos.
Después pasaba a recoger el periódico del día anterior que quedaba cerca de algún contenedor. Siempre iba retrasada con respecto a las noticias, la realidad, pero daba igual. Tenía la sensación de vivir a cámara lenta, más despacio que el resto de los humanos. Sin relojes, sin citas.
Y veía la vida pasar. Unas veces sentada, otras de pie, muchas tumbada y unas pocas haciendo el amor, otro lujo más.
sábado, 16 de mayo de 2009
CONSEJOS DE AFRODITA
desnudo y puro,
como quien vive su muerte y resucita.
BESA
hasta que sean de piedra tus labios
y tu lengua.
ACARICIA
hasta que palidezcan los tigres camorreros.
ENTRÉGATE
con la avidez del sediento en la taberna,
con fervor, con pavor,
no retrocedas.
Y en la batalla de labios y de huesos,
en la apretada urdimbre de dos cuerpos
baja cantando, como un minero iluminado,
para cavar muy hondo entre dos muslos.
Flor Alba Uribe (Colombia)
AÚN SIGO SONRIENDO
jueves, 30 de abril de 2009
RONDA VESPERTINA
lunes, 27 de abril de 2009
EXCURSIÓN AL CAMPO
Supina en la inmensidad de un océano verdoso me dejo elevar por los pensamientos más primitivos. Por el instinto primero del ser humano. Te rodeo entre mis brazos, no te resistes. Caigo en el abismo de una mirada verde que hiela todo miedo. Siento que vuelvo a nacer de un vientre verde. Atrapo sentimientos de un bostezo indigesto interrumpido por la presencia de un nuevo néctar sobre la piel de una culebra pasajera a la que repugna el olor de mi carne. Aquella que te gusta. Aquella que te doy a todas horas.
jueves, 12 de marzo de 2009
DECÚBITO SUPINO
Si me cantas al oído te pongo un cubata. Yo te canto lo que sea. Y así sucesivamente. Olvido tras olvido. Recuerdos atropellados. Besos húmedos entre miradas lascivas. Lágrimas de desconsuelo después de sexo a secas. Solamente sexo. Única y exclusivamente.
Una habitación desconocida, un hombre anónimo y menos dinero en la cartera.
Ronquidos placenteros al lado de una mente atormentada que ruega auxilio callando penas y gritando blasfemias mudas.
Existencia pendida de un hilo al borde de la llama de un mechero que amenaza con ser injusto. Aunque sea amenaza y no pilla por sorpresa. Respiración entrecortada, piel cansada y ceniza entre las sábanas. Uñas largas y cero caricias. Solamente olvido y pseudónimos, por si a caso.
domingo, 8 de marzo de 2009
SERÁ QUE LA PRIMAVERA ESTÁ LLEGANDO
Sonrió delante del espejo y este le devolvió una imagen que le hizo sentir una gran felicidad que expresó con una risita infantil.
En las escaleras se cruzó con aquel vecino raro pero interesante que le sonrió con un “buenos días” enérgico y renovado.
Camino del trabajo aspiró todos los olores que le ofrecía una ciudad madrugadora e inmaculada todavía, libre de atascos, prisas y malas caras. La frutería, la panadería, el parque de la esquina, la mezcla de perfumes… todo quiso guardarlo en la memoria.
"Será que la primavera está llegando" se dijo y volvió a sonreír.
viernes, 6 de marzo de 2009
GRITOS EN LA NOCHE
Ella estaba tumbada en la cama, sin poder dormir desde hacía años. Sentía un vacío en su interior, no sabía dónde. Pero era consciente de que su ser no cumplía todos los requisitos para llegar a existencia.
Nunca había sido feliz. De pequeña jugaba sola, en un parque en el que la arena era ya un recuerdo, y donde los columpios le arañaban los muslos.
No le dejaban salir con las demás niñas y contarse sus historias, pocas, pero constituyentes de su futuro pasado.
No cultivó recuerdos compartidos y quedó en ella una imagen de niña carente de sonrisa, pálida, inexpresiva.
Hoy por hoy seguía igual. Sin nada que decir al mundo. Sin nada que reprocharle, encerrada en los muros de su propia conciencia. No conocía el bien ni el mal. No sabía qué era el dolor, pero tampoco el placer.
No tenía nombre o no lo sabía, porque nunca la habían llamado, nunca la habían echado de menos, jamás la habían amado. No sabía qué era amor, lo desconocía por completo.
Antes que el amor estaba para ella la vida, todavía ausente.
Habían pasado 20 años de olvido e ignorancia crónica en su interior. El mundo seguía su ritmo sin pararse a pensar en la tristeza que desbordaba aquella cama nocturna y casi solitaria. Se desplazaba por las calles como un fantasma al que no prestan atención. Al que, incluso, temen.
Pero esta noche todo cambió. El mundo tuvo piedad y las estrellas brillaron alegremente en la oscuridad. Se acabó. Ya no había por qué seguir así. La niña, mujer a estas alturas, se levantó y con voz firme gritó en la noche. Pero su grito esta vez sonó a libertad, a esperanza, a valentía.
Esta noche nació un nuevo ser en el mundo. Alguien con ansias de consumir la vida intensamente, de vivir. Una especie en peligro de extinción.
sábado, 28 de febrero de 2009
LA MÁQUINA DEL TIEMPO
Podríamos vernos en la antesala de las preocupaciones, del estrés, de la malicia.
Volveríamos a estar comiendo bocadillos por las tarde, aprendiendo a nadar, acostándonos a las nueve.
Incluso, regresaríamos al momento en que aprendimos a hablar, a percibir, a pensar, a razonar, a sentir…
Pero, ¿nos adelantaríamos al mañana? No. Creo que el ser humano no está preparado para ver de antemano lo que le va a suceder, pues después de esta experiencia, no sería capaz de vivir según lo que él quiere, según sus anhelos y sus sueños.
Una vez más, como fanática que soy en este sentido, llamo a vivir el presente con pasión y sin límites, porque el tiempo no va hacia atrás, sino hacía la meta común que tienen todos los caminos de todas las personas que nos rodean.
No dejemos pasar oportunidades que desconocemos si se repetirán o no, y lancémonos al vacío con lo único que tenemos: el aquí, el ahora.
jueves, 19 de febrero de 2009
ME ENCANTA...
Comerme un macarrón crudo.
Meter la mano en un saco lleno de lentejas.
Masticar con fuerza y sacando ruido un chicle cuando nadie puede oírme.
Chupar una piruleta hasta que se me arrugan los labios.
Cantar en la ducha canciones que me traen recuerdos agradables.
Pasar el dedo por una estantería llena de polvo.
Olerme los brazos al salir de la ducha.
Estirarme en la cama.
Hacerme cosquillas en los riñones.
Oler un libro viejo.
Untarme los labios de vaselina.
Leer poesía con poca luz y los pies calientes.
El ruido que hacen las pinturas al chocar unas con otras dentro del estuche.
Ver algo muy ridículo y reírme de la vergüenza que me da.
Comerme una naranja.
El olor a café recién hecho.
El aire cálido al rozar mis mejillas.
Un paseo infinito.
…
Conclusión: la vida está llena de placeres, pero hay que saber apreciarlos.
martes, 17 de febrero de 2009
ARTE POÉTICA
Jorge Luis Borges
ÚLTIMO BAILE
OLOR A CALLE
Te quiero en mí destructor del olvido, evocando horas pasadas.
Visualizo en tu aroma sugerencias vividas.
Fragancias exquisitas y nauseabundas como dos enamorados fusionadas.
Imágenes bellas y mortales grabadas en tu presencia.
Frases y pláticas como voz lejana.
Sonrisas y sollozos desgarrados pugnan por escapar de tu interior.
¿Dónde quedo yo?
¿Habito en mí o en ti?
No me dejes en el abismo de la ignorancia.
Arrópame con tu manto aromático, guárdame en el recuerdo de lo que alguna vez fui.
N.O.G.
¿Qué valor damos a la vida?
¿Qué consideramos que somos durante nuestro viaje?
¿Cuál es nuestra misión? ¿Padecer?
Sinceramente, creo que la vida es lo más bello que posee el ser humano. Descansaré al morir, pero después de haberme cansado de felicidad.
N.O.G.
Jorge Luis Borges
NACÍ CON LAS MANOS VACÍAS
CSB.