miércoles, 1 de octubre de 2008

TAN SÓLO UN RECUERDO

¿Por qué no me late el corazón cuando arrimo mi oído a él? Tal vez se avergüence de mis pensamientos, de su reflejo en mi alma… o, simplemente, sea tan austero que un solo latido le parezca excesivo.
Pero mi corazón no entiende de rechazos; desea ser querido, desea anhelarte, formar parte de tu masa, de tu espíritu.
Y yo… ¿quién soy yo?, ¿acaso puedo hablar de amor? Dudo de mi sabiduría, de mi memoria, mis recuerdos… y no sé si soy yo la que lo forma o si es un algo superior quien me maneja. Pendo de unos hilos bien amarrados a la razón de estar viva, pero no acerques tu fuego a ellos pues algún día caeré en picado y no habrá nadie que pueda salvarme de la ignorancia.
Me comerán los gusanos de la tristeza y enterrarán mis huesos en el olvido, para más tarde florecer en forma de recuerdo, de haber sido algo, no sé, tal vez alguien a quien recuerdes con la mano en el pecho, con el corazón en un puño o, simplemente, con los labios entreabiertos esperando un último beso.

lunes, 29 de septiembre de 2008

OTOÑO

El otoño se ha colado por mi ventana, por debajo de mi falda, por entre las sábanas que intentan vanamente calentarme.
Ha llegado el otoño, los tonos rojizos, el adiós de las hojas, las miradas perdidas.
Los “sí quiero”, los envoltorios, las presentaciones, los libros…
El otoño es duda, época de transición entre el calor que nos devuelve a la era primitiva de nuestros antepasados y el frío que racionaliza nuestros pensamientos.
Pero llegó el otoño y con él el sol helado, la lluvia tibia y un intento de viento que empieza a asomar.
La ciudad duerme tranquila esperando tal vez un milagro de la naturaleza que le haga evaporarse hacia paraísos perdidos, lejanos lugares recónditos donde aguarda el amor, la pasión y otras sensaciones, otros sentimientos resignados a esperar en la ignorancia, en el olvido…
Y entonces llegó el otoño; otoño para la esperanza, para la alegría, el saber, el deseo.
Otoño para devolvernos la vida que nos han robado, para volver a ser nosotros y olvidar lo que alguna vez fuimos.

ÚLTIMO BAILE

ÚLTIMO BAILE
Bailaré hasta saciar todos mis anhelos, sintiendo cada soplo musical como la esperanza de que otro mañana será posible. Así, hasta bailar con la muerte, última compañera de todos, aquella a la que tendremos que conceder el baile que cierre la fiesta. N.O.G.

OLOR A CALLE

Te aferras a mí como un recuerdo, fruto de largas horas vagabundeando.
Te quiero en mí destructor del olvido, evocando horas pasadas.
Visualizo en tu aroma sugerencias vividas.
Fragancias exquisitas y nauseabundas como dos enamorados fusionadas.
Imágenes bellas y mortales grabadas en tu presencia.
Frases y pláticas como voz lejana.
Sonrisas y sollozos desgarrados pugnan por escapar de tu interior.
¿Dónde quedo yo?
¿Habito en mí o en ti?
No me dejes en el abismo de la ignorancia.
Arrópame con tu manto aromático, guárdame en el recuerdo de lo que alguna vez fui.

N.O.G.

"...pero vosotros ciegos estáis cuando no conocéis que nacéis para padecer y morís para descansar."

¿Qué valor damos a la vida?
¿Qué consideramos que somos durante nuestro viaje?
¿Cuál es nuestra misión? ¿Padecer?
Sinceramente, creo que la vida es lo más bello que posee el ser humano. Descansaré al morir, pero después de haberme cansado de felicidad.
N.O.G.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al divisar su Itaca verde y humilde. El arte es esa Itaca de verde eternidad, no de prodigios.

Jorge Luis Borges

NACÍ CON LAS MANOS VACÍAS

Y llenas de cuentos. Las manos sirven para escribir, amar o tejer. Hay para quien es el más dulce de los tormentos. Las manos pueden ser grandes, fuertes, etereas, capaces de todo y de nada. Demuestran y hacen mucho. Nací con las manos vacias pero llenas de historias que escribir, amar o tejer. Nací con las manos surcadas de ti pero sobre todo de mí.
CSB.

LA BELLEZA DE UN INSTANTE

LA BELLEZA DE UN INSTANTE
N.O.G.