jueves, 3 de diciembre de 2009

Animula Vagula, Blandula

De todas las felicidades que lentamente me abandonan, el sueño es una de las más preciosas y también de las más comunes. Un hombre que duerme poco y mal, apoyado en una pila de almohadones, tiene tiempo para meditar sobre esta voluptuosidad particular. Concedo que el sueño más perfecto sigue siendo casi por necesidad un anexo del amor: reposo reflejo, reflejado en dos cuerpos. Pero lo que aquí me interesa es el misterio específico del sueño por el sueño mismo, la inevitable sumersión que noche a noche cumple osadamente el hombre desnudo, solo y desarmado, en un oceano donde todo cambia, los colores y las densidades, hasta el ritmo del aliento, y donde nos encontramos con los muertos. Lo que nos tranquiliza en el sueño es que volvemos a salir de él, y que salimos inmutables, pues una interdicción extraña nos impide traer con nosotros el residuo exacto de nuestros ensueños. También nos tranquiliza el que nos cure de la fatiga, pero esa cura temporaria se cumple por el más radical de los procedimientos, el dejar de ser.
Allí, como en otras cosas, el placer y el arte consisten en abandonarse conscientemente a esa bienhechora inconsciencia, en aceptar ser, sutilmente, más debíl, más pesado, más liviano y más confuso que uno mismo.

M. Yourcenar. Memorias de Adriano.

sábado, 1 de agosto de 2009

- ¿Por qué las personas que buscan a Dios normalmente se apartan del sexo?
Wicca se irritó con la interrupción. Pero decidió responder.
- Cuando hablo de la fuerza, no hablo solo del acto sexual. Ciertas personas utilizan esta fuerza sin usarla. Todo depende del camino escogido.
- Conozco esta fuerza- dijo Brida-. Sé cómo utilizarla.
Era el momento de volver otra vez al asunto.
- Quizá sepas tratar el sexo en la cama. Esto no es conocer la fuerza. Tanto el hombre como la mujer son absolutamente vulnerables a la fuerza del sexo, porque allí el placer y el miedo tienen la misma importancia.
- ¿Y por qué el placer y el miedo caminan juntos?
Por fin la chica había preguntado algo que valía la pena responder.
- Porque quien se enfrenta con el sexo sabe que está ante algo que sólo sucede con toda su intensidad cuando se pierde el control. Cuando estamos en la cama con alguien, estamos dando permiso para que esta persona comulgue no solamente con nuestro cuerpo sino con toda nuestra personalidad. Son las fuerzas puras de la vida que se comunican, independientemente de nosotros y, entonces, no podemos esconder quién somos.
No importa la imagen que tengamos de nosotros mismos. No importan los disfraces, las respuestas preparadas, las salidas honrosas. En el sexo, se hace difícil engañar al otro, porque allí cada uno se muestra como realmente es.
Wicca hablaba como alguien que conociera bien aquella fuerza. Sus ojos tenían brillo, y había orgullo en su voz. Tal vez fuese esa fuerza lo que la mantenía tan atrayente. Era bueno aprender con ella: un día terminaría descubriendo el secreto de todo aquel encanto.

Brida, Paulo Coelho.

domingo, 26 de julio de 2009

TATE MODERN LONDON. SENSACIONES INTERNAS.

Un torso desgarrado se amarra a una suerte de palos entrelazados. De sus heridas emergen diversos colores. Azul, verde, rojo. No puede escapar.
Tampoco lo pretende.
Justo en frente aparecen difusos unos genitales, en un tríptico repleto de rosas.
Jabones cuelgan del techo recordando diversos y pasados modos de vida. Intimidad.
Un ciervo duerme tranquilo, mientras el cuervo, el sabio y misterioso cuervo, lo vigila.
Alguien ha olvidado su brújula sobre la mesa. Qué le vamos a hacer. Probablemente volverá a por ella.
“Una estrella acaricia el pecho de una negra”.
Un pequeño pájaro, encerrado en una jaula metálica aguarda la llegada del día, perdido en el bosque.
Dos amantes se comen a besos, excitados y ansiosos.
La cama se inclina y un cuerpo yace en ella estático. Inerte.
Las palabras emanan de algún lugar e intentan transmitir, desde cierto punto más allá de lo perceptible, qué sienten los átomos.
Las chicas bailan a la orilla del mar; la tarde es soleada y agradable. Sus vestidos vuelan alrededor de sus delgados cuerpos.
En otro lugar, lejos de allí, es de noche y un teléfono cuelga de las nubes. Reunión entre ministros. Un lago que se asemeja a un pez viscoso. Montañas negras.
Ciudades industriales cubiertas de hollín. Palomas muertas que cuelgan de flechas incrustadas en la pared. Rostros casi imperceptibles trazados sobre el carbón
La casa de un soldador, repleta de símbolos inconcebibles.
Mujeres desnudas que no atienden al hombre que las mira desde la única sombra de la habitación.
Y yo absorta, intentando cruzar con la mente y los sentidos el abismo entre dos realidades.

jueves, 23 de julio de 2009

REALIDAD CAMBIANTE

Paredes cándidas. Monos de bronce por las escaleras. Botones como si de cuadros se tratasen. Imágenes estáticas, ausencia de movimiento. Falta de dinamismo.
Relojes en stop, pero no estropeados, ya que ofrecen la hora dos veces por día.
Camas que se van poblando de sueños, fiebre, risas.
Libros que se consumen poco a poco durante horas de bienestar.
Días grises en los que un rayo de sol es una alabanza. Cantos fúnebres emergiendo de bocas sonrientes.
Hierro agujeread, pendiente de un largo hilo.
Abandono del yo, la realidad. Intromisión en un más allá incomprensible que me ayuda a comprender.
Dudas ambulantes cercando un sabio conocimiento. Único. Irrepetible. Como el propio ser humano.
Caras que se aparecen en sueños y obligan a recordar, a llorar. Tiempos pasados, agua caducada. Fruta estropeada. Minutos consumados y segundos degradados.
Adioses suspirados. Bienvenidas inesperadas.
Hasta luego, realidad. Vuelve pronto, pero no seas la misma. No permitas que me acostumbre a tus andares, a tus modales.
Mantenme en vilo, aguardando una vez más tu llegada.

LA OTRA PARTE

Nadie supo qué fue de él.
Acostumbraba a levantarse temprano. Se duchaba mientras un agradable olor a café inundaba la cocina, el salón, la habitación y, finalmente, se entrelazaba con el aroma del jabón que solía usar.
Tostadas (dos) con mermelada de frambuesa. Una manzana.
Tomaba el ascensor por las mañana, pero sólo lo utilizaba una vez al día. Trabajaba en una gran empresa. Era un gran hombre de negocios, atareado, saturado.
Solía comer en quince minutos, no más, y tomaba un café rápido en cinco, “a lo ejecutivo”.
Volvía a casa al anochecer. Nadie lo esperaba. A veces veía las noticias o leía el periódico, pero enseguida se metía en la cama. Sábanas limpias, perfectamente planchadas. Orden total. Disciplina absoluta.
Todas las noches, a las cuatro, se levantaba a beber tres vasos de agua y volvía a meterse en la cama.
Dormía hasta las seis. Tomaba un vaso de leche caliente y dormitaba un poco más hasta las siete y cuarto.
Así comenzaba un nuevo día, similar al anterior.
Pero un día, después de haber obtenido un gran premio por cierto proyecto, desapareció. Nadie supo más de él.
Excepto yo.
Él consiguió realizarse, logró su objetivo como buen profesional y eso le hizo enorgullecerse de sí mismo. Se sintió bien. Creció en su interior.
Pero ahora, sin embargo, tenía que encontrar a su Otra Parte.
Emprendió, lejos de su vida anterior, la búsqueda del amor.

miércoles, 22 de julio de 2009

RETRATOS

Museos. Postales. Pósters. Caras estampadas en bolsos, camisetas.

Facciones que quedan en la memoria de quien las mira o las intuye.

Deformaciones que causan una irrupción desagradable en la comisura de los labios.

Ojos que entristecen miradas para siempre.

Sonrisas que alegran el día.

Pechos que levantan pasiones.

Verdes esperanzados.

Amarillos peligrosos.

Negros de confusión.

Atmósferas multisensacionales que nos rodean sin siquiera percatarnos de ello.

Miradas lánguidas en un universo áureo que se ciñe a nuestros dedos a modo de alianza eterna.

Sí quiero. Deseo vivir en un mundo de retratos. En un mundo retratado y retratable. Lleno de colores, coloreado.

Retratos amigos, enemigos, conocidos y desconocidos.

Retratos en autobuses, en paneles gigantes a la salida de una gran ciudad desconocida, olvidada o ignorada.

Retratos que escapan y retratos que se reencuentran.

Retratos que se miran. Retratos que se aman, se besan y se hacen el amor mutuamente. Sin miedos. Seguros.

Olvidados de la mano que los unió. Olvidados de que fueron retratados. Desnudos. Cubiertos de cierta matanza de la vergüenza.

Descubiertos en la intimidad, en el deseo. En la explosión del placer.

Retratos que son recuerdos de aquel café que tomó Fulanito junto a Menganita mientras se acariciaban las manos, los cabellos, los senos y algo más.

Recuerdos de aquella cama en que anidaron su mutuo amor. Lloraron de alegría y rieron cuando estaban tristes.

Retratos que me devuelven a la infancia. A los pequeños sorbos de té gateando por la mesa. Robando el último placer de un largo orgasmo de cafeína.

Retratos que me devuelven a las orejas pegadas a las puertas, escuchando conversaciones inapropiadas.

Retratos mundiales. Mitos. Idolatrías.

Retratos escépticos. Retratos geométricos. Asimétricos. Iguales. Parecidos. Idénticos.

Retratos agresivos. Apacibles. Irascibles. Amables.

Retratos que se retratan.

Retratémonos.

martes, 16 de junio de 2009

EL PASO DE LA VIDA

Salía cada mañana, temprano, a ver nacer el día. Los comerciantes empezaban a mostrar sus primeros movimientos soñolientos. Olores de toda clase se entrelazaban: verdura fresca, fruta recién lavada, carne, pescado, dulce, perfumes…
Aquello era la fiesta del olfato.
Todavía no andaban niños por la calle y el silencio era todo lo sepulcral que puede ser en tal situación. La voz humana no irrumpía en el espectáculo, dejando paso al sonido de las cajas, los cuchillos afilándose y algún que otro bostezo.
Incluso los pájaros callaban, pues todavía sus píos no habían despertado de una larga noche placentera.
Paseaba por la orilla, no del río (aquello era un lujo), sino de las vías del tren. Daba igual; su mañana seguía siendo inmensamente idílica.
Solía tomarse un café con doble carga de agua mientras degustaba un apetitoso croissant, pero no con la boca (otro lujo), sino con los ojos.
Después pasaba a recoger el periódico del día anterior que quedaba cerca de algún contenedor. Siempre iba retrasada con respecto a las noticias, la realidad, pero daba igual. Tenía la sensación de vivir a cámara lenta, más despacio que el resto de los humanos. Sin relojes, sin citas.
Y veía la vida pasar. Unas veces sentada, otras de pie, muchas tumbada y unas pocas haciendo el amor, otro lujo más.

sábado, 16 de mayo de 2009

CONSEJOS DE AFRODITA

A la hora del amor llega desnudo,
desnudo y puro,
como quien vive su muerte y resucita.
BESA
hasta que sean de piedra tus labios
y tu lengua.
ACARICIA
hasta que palidezcan los tigres camorreros.
ENTRÉGATE
con la avidez del sediento en la taberna,
con fervor, con pavor,
no retrocedas.
Y en la batalla de labios y de huesos,
en la apretada urdimbre de dos cuerpos
baja cantando, como un minero iluminado,
para cavar muy hondo entre dos muslos.

Flor Alba Uribe (Colombia)

AÚN SIGO SONRIENDO

Ayer caminé junto al río y fui consciente de la fugacidad de las cosas. Niños con sus abuelos y ancianos con sus respectivas parejas iban pasando ante mis ojos de mirada atenta. Y sonreí. Sonreí porque es bello ver que algo se va pero solamente para dejar paso a aquello que viene. Y aún sigo sonriendo.

jueves, 30 de abril de 2009

RONDA VESPERTINA

La jornada ha terminado. El río me seduce con cristalinas aguas y aroma a hierba mojada. El sol me rodea la cintura y me invita a pasear. Las piernas danzan y las sonrisas vuelan entre árboles somnolientos. Es la hora de despertar los ánimos apagados y las energías rezagadas. Me lanzo a lo ignorado y hallo en todo esto un placer inigualable. Recorro calles invisibles bajo un aire algo plomizo ya por la hora. Todos quieren retirarse a sus aposentos, a su quietud. Por fin me resigno y entro en casa. Miro la cama, la mesa, el calendario. Siento unas ganas terribles de quitar la pila al reloj.

lunes, 27 de abril de 2009

EXCURSIÓN AL CAMPO

Verdes soporíferos anulan mi conciencia volando en torno a nuestros cuerpos dormidos, cansados. Graznidos desvelados pululan entre las montañas haciendo eco de algún secreto solo conocido por ellos. Tienes los ojos cerrados y una sonrisa dibujada en esos labios que son mi alimento. Todo es verde. Montes de algodón, fantasmas soñadores, silencio. Oigo tu respiración detrás de mi oreja y siento temblar la tierra al ritmo de los latidos de tu corazón. Estás vivo, sigues a mi lado.
Supina en la inmensidad de un océano verdoso me dejo elevar por los pensamientos más primitivos. Por el instinto primero del ser humano. Te rodeo entre mis brazos, no te resistes. Caigo en el abismo de una mirada verde que hiela todo miedo. Siento que vuelvo a nacer de un vientre verde. Atrapo sentimientos de un bostezo indigesto interrumpido por la presencia de un nuevo néctar sobre la piel de una culebra pasajera a la que repugna el olor de mi carne. Aquella que te gusta. Aquella que te doy a todas horas.

jueves, 12 de marzo de 2009

DECÚBITO SUPINO

No era saliva. Era una pasta espesa y desagradable que llegaba incluso a dificultarle la respiración. La cabeza le daba vueltas sin parar y ciertos recuerdos que debieran ser olvidos asomaban su presencia entre tos y tos.
Si me cantas al oído te pongo un cubata. Yo te canto lo que sea. Y así sucesivamente. Olvido tras olvido. Recuerdos atropellados. Besos húmedos entre miradas lascivas. Lágrimas de desconsuelo después de sexo a secas. Solamente sexo. Única y exclusivamente.
Una habitación desconocida, un hombre anónimo y menos dinero en la cartera.
Ronquidos placenteros al lado de una mente atormentada que ruega auxilio callando penas y gritando blasfemias mudas.
Existencia pendida de un hilo al borde de la llama de un mechero que amenaza con ser injusto. Aunque sea amenaza y no pilla por sorpresa. Respiración entrecortada, piel cansada y ceniza entre las sábanas. Uñas largas y cero caricias. Solamente olvido y pseudónimos, por si a caso.

domingo, 8 de marzo de 2009

SERÁ QUE LA PRIMAVERA ESTÁ LLEGANDO

Amaneció antes de lo esperado. Estaba más despejada que de costumbre. El café olía como nunca y las tostadas no se habían quemado. Llegó en el momento preciso para saludar a este nuevo día que le acogía con los brazos abiertos y una brisa fresca que invitaba a salir.
Sonrió delante del espejo y este le devolvió una imagen que le hizo sentir una gran felicidad que expresó con una risita infantil.
En las escaleras se cruzó con aquel vecino raro pero interesante que le sonrió con un “buenos días” enérgico y renovado.
Camino del trabajo aspiró todos los olores que le ofrecía una ciudad madrugadora e inmaculada todavía, libre de atascos, prisas y malas caras. La frutería, la panadería, el parque de la esquina, la mezcla de perfumes… todo quiso guardarlo en la memoria.
"Será que la primavera está llegando" se dijo y volvió a sonreír.

viernes, 6 de marzo de 2009

GRITOS EN LA NOCHE

Su primer sollozo irrumpió en la noche rasgando el silencio como una cuchilla de filo helado. El segundo no surtió efecto, pues incluso la luna había acostumbrado su oído a estos gemidos lastimeros.
Ella estaba tumbada en la cama, sin poder dormir desde hacía años. Sentía un vacío en su interior, no sabía dónde. Pero era consciente de que su ser no cumplía todos los requisitos para llegar a existencia.
Nunca había sido feliz. De pequeña jugaba sola, en un parque en el que la arena era ya un recuerdo, y donde los columpios le arañaban los muslos.
No le dejaban salir con las demás niñas y contarse sus historias, pocas, pero constituyentes de su futuro pasado.
No cultivó recuerdos compartidos y quedó en ella una imagen de niña carente de sonrisa, pálida, inexpresiva.
Hoy por hoy seguía igual. Sin nada que decir al mundo. Sin nada que reprocharle, encerrada en los muros de su propia conciencia. No conocía el bien ni el mal. No sabía qué era el dolor, pero tampoco el placer.
No tenía nombre o no lo sabía, porque nunca la habían llamado, nunca la habían echado de menos, jamás la habían amado. No sabía qué era amor, lo desconocía por completo.
Antes que el amor estaba para ella la vida, todavía ausente.
Habían pasado 20 años de olvido e ignorancia crónica en su interior. El mundo seguía su ritmo sin pararse a pensar en la tristeza que desbordaba aquella cama nocturna y casi solitaria. Se desplazaba por las calles como un fantasma al que no prestan atención. Al que, incluso, temen.
Pero esta noche todo cambió. El mundo tuvo piedad y las estrellas brillaron alegremente en la oscuridad. Se acabó. Ya no había por qué seguir así. La niña, mujer a estas alturas, se levantó y con voz firme gritó en la noche. Pero su grito esta vez sonó a libertad, a esperanza, a valentía.
Esta noche nació un nuevo ser en el mundo. Alguien con ansias de consumir la vida intensamente, de vivir. Una especie en peligro de extinción.

sábado, 28 de febrero de 2009

LA MÁQUINA DEL TIEMPO

Con una máquina del tiempo podríamos volver a vernos jugando en el parque, rebozados en la arena, ante las sonrisas de nuestras madres.
Podríamos vernos en la antesala de las preocupaciones, del estrés, de la malicia.
Volveríamos a estar comiendo bocadillos por las tarde, aprendiendo a nadar, acostándonos a las nueve.
Incluso, regresaríamos al momento en que aprendimos a hablar, a percibir, a pensar, a razonar, a sentir…
Pero, ¿nos adelantaríamos al mañana? No. Creo que el ser humano no está preparado para ver de antemano lo que le va a suceder, pues después de esta experiencia, no sería capaz de vivir según lo que él quiere, según sus anhelos y sus sueños.
Una vez más, como fanática que soy en este sentido, llamo a vivir el presente con pasión y sin límites, porque el tiempo no va hacia atrás, sino hacía la meta común que tienen todos los caminos de todas las personas que nos rodean.
No dejemos pasar oportunidades que desconocemos si se repetirán o no, y lancémonos al vacío con lo único que tenemos: el aquí, el ahora.

jueves, 19 de febrero de 2009

ME ENCANTA...

Comerme un macarrón crudo.
Meter la mano en un saco lleno de lentejas.
Masticar con fuerza y sacando ruido un chicle cuando nadie puede oírme.
Chupar una piruleta hasta que se me arrugan los labios.
Cantar en la ducha canciones que me traen recuerdos agradables.
Pasar el dedo por una estantería llena de polvo.
Olerme los brazos al salir de la ducha.
Estirarme en la cama.
Hacerme cosquillas en los riñones.
Oler un libro viejo.
Untarme los labios de vaselina.
Leer poesía con poca luz y los pies calientes.
El ruido que hacen las pinturas al chocar unas con otras dentro del estuche.
Ver algo muy ridículo y reírme de la vergüenza que me da.
Comerme una naranja.
El olor a café recién hecho.
El aire cálido al rozar mis mejillas.
Un paseo infinito.

Conclusión: la vida está llena de placeres, pero hay que saber apreciarlos.

martes, 17 de febrero de 2009

ARTE POÉTICA

" Mirar el río hecho de tiempo y agua y recordar que el tiempo es otro río, saber que nos perdemos como el río y que los rostros pasan como el agua. Sentir que la vigilia es otro sueño que sueña no soñar y que la muerte que teme nuestra carne es esa muerte de cada noche, que se llama sueño. Ver en el día o en el año un símbolo de los días del hombre y de sus años, convertir el ultraje de los años en una música, un rumor y un símbolo, ver en la muerte el sueño, en el ocaso un triste oro, tal es la poesía que es inmortal y pobre. La poesía vuelve como la aurora y el ocaso. A veces en las tardes una cara nos mira desde el fondo de un espejo; el arte debe ser como ese espejo que nos revela nuestra propia cara. Cuentan que Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al divisar su Itaca verde y humilde. El arte es esa Itaca de verde eternidad, no de prodigios. También es como el río interminable que pasa y queda y es cristal de un mismo Heráclito inconstante, que es el mismo y es otro, como el río interminable. "
Jorge Luis Borges
“Un hombre que se ahoga no puede saber
qué gota de agua es la que al final su vida
agota.”
“Nada se pierde jamás, ni puede perderse,
ningún nacimiento, identidad ni forma…,
ningún objeto del mundo,
ni vida, ni fuerza, ningún ser visible…
Laso el cuerpo, envejecido, frío, rescoldo
de antiguas hogueras
… volverá a arder como es debido.”
No quería titular este escrito, poque debería escribir el nombre de todas aquellas personas que saben querer, amar. Se trata simplemente de un manifiesto. Un querer lanzar al mundo la belleza de haber aprendido a querer. Y todos aquellos que sepáis hacerlo sois el título de estas líneas.

LA AMISTAD

Cuando parece que todo está perdido. Al caer y caer y no llegar al fondo del abismo.
Cuando todo se vuelve negro y la única luz es la de la ignorancia y la incomprensión.
Cuando falla el amor. Cuando no paras de tropezar. Cuando no sabes qué pasa o cuando simplemente pasa algo.
Siempre estarán ahí. Siempre para respaldarte y cogerte en sus brazos en cualquier caída. Por eso, hoy quiero hacer un pequeño homenaje a la amistad, esa cura para todo mal. Esa salvación para todo peligro.

jueves, 12 de febrero de 2009

CORRE, CORRE

Me atrevería a decir que era ella. Sentada en el segundo escalón del portal en el callejón donde un día me asusté. Seguía allí, estática, pálida pero sonriente. Ella también se había hecho mayor. Pero su semblante tranquilo lo llevaba grabado en el rostro, como si de una estatua se tratase. Vestida de gris, recuerdo de lluvias torrenciales y con los labios de carmín, almacén de los cálidos días de verano, me miró. Me sonrió. Me volvió a saludar. Me sorprendí. A medida que me iba acercando, sacó el sucio calendario del que me habló Sabina y gritó el paso de la vida. Los minutos, las horas, los años. Y toda una existencia. Me avisó de que corriera hacia mis sueños, mis anhelos, incluso mis miedos, para no dejar nada por hacer en este viaje efímero y breve. Corre, corre y no los dejes escapar, pues ya nunca volverán.

martes, 27 de enero de 2009

ALGÚN BAÚL DE ALGUNOS RECUERDOS

Poquito a poco, como durante las horas que siguen a un sueño, una se da cuenta de que va cayendo en el olvido. Como la reina a la que, después de sus glorias, han quitado el trono; como el niño que, al hacerse mayor, olvida todos sus juguetes bajo un manto de polvo centenario. O como la princesa que ya no entra en sus vestidos porque el tiempo le ha dejado sus huellas por el cuerpo.
Como los perros que mendigan un trozo seco de carne, o como la bicicleta diabética de mi vecina, roída, descolorida y mugrienta.
Así van quedando los corazones metálicos, enamorados, hastiados, tediosos…
Y vuelvo a despertar del letargo, de un sueño infinito en el que el tiempo ha desaparecido sin más explicaciones, sin nada que decir, sin nada que hacer.
Así también el espacio, dejándome en la nada, que es lo único que a veces existe, o con el todo, que es lo que en estos momentos ha dejado de existir.
Sola en un manto delirante, entre partículas febriles y recuerdos caleidoscópicos.
Incluso la sombra que me juró lealtad y compañía hasta los últimos días me ha abandonado por otro cuerpo al que reflejar en el suelo, en las paredes, en la hierba, en el agua…
Continúa la continua espera, aguardando mi plaza en algún baúl de algunos recuerdos.

martes, 20 de enero de 2009

¿Pesadillas?

El miedo me invadió por la noche. Acurrucada en mi estrecha cama, las dudas se asomaron entre las sábanas, pidiendo permiso para adentrarse en algún rincón de mis debilidades. Me sentí como en el mayor de los agujeros negros jamás descubiertos, donde la ignorancia me tragaba y el espesor de aquella masa negra no me dejaba escapar. Al fondo divisé una estrella enigmática que me susurraba al oído obscenidades y me excitaba. Una mirada espumosa se adentró en mi mente y los gusanos comenzaron a subir por mi espalda. Dibujaron en ella una palabra con sus huellas, que todavía hoy no he podido descifrar. Y seguí flotando por el universo, desnuda ante la inmensidad más pequeña y el miedo más infinito. Una espera interminable hasta que el despertador, por fin, acabo sonando.

viernes, 16 de enero de 2009

DIVAGACIONES SONÁMBULAS

Paseo por un jardín de tenues lágrimas que me acarician las mejillas mientras yo las esparzo por esta anatomía diaria que me persigue y se funde en el néctar de mis pupilas por las que diviso un telón amarillento y roído por los años y el polvo.
Muerdo el ambiente con dos afiladas cuchillas que ayer me cortaron sin querer las venas y sirvieron aquella esencia de ácidas rosas a modo de cóctel para el hastío y la ignorancia, el no saber. No saber qué es vida, no saber quién eres, a dónde vas… y mil páginas más de investigación y teoría que siguen sin convencerme. Vengo de mí y a mí voy, conmigo y por mí, para mí, sin mí… divagaciones sonámbulas en una noche desierta en la que los galgos corretean por mis muslos y Sabina me canta al oído susurrándome Peces de ciudad con una dulzura que nunca nadie había invertido en mi sensibilidad.
Y yo en la cama, abierta al fantasma de cada día, con los brazos cruzados, abrazando la nada y el todo, pues cada noche me acuesto pensando en que algún día podré tener entre ellos aquello que el viento se llevó y las olas hicieron llegar hasta mí. La respuesta a todo, sin decir nada.

domingo, 11 de enero de 2009

REFLEXIONANDO...

En el cielo las últimas estrellas bostezan. Vuelvo la cara a los apuntes. Me escuecen los ojos; me los arranco y los dejo descansando en el vaso de agua que tengo en la mesilla.
Alimento los cuencos vacíos con unas gotitas de imaginación; un mundo mejor, en que la injusticia nos desvele y la pobreza nos quite el hambre. Un mundo en que las guerras nos causen náuseas y la violencia nos haga fallecer.
Me molesta incluso mi cuerpo, como si me lo acabaran de alquilar por cuatro duros, ya que no tenía nada mejor con que afrontar el día. El estómago hueco, las piernas cansadas y los pies hinchados por el calor es mi predisposición hacia la realidad que, a cambio, me azota con su látigo de mentiras y disgustos, untando mis heridas de amarguras universales y engaños cósmicos, la mejor pócima para el suicidio.
Estudio para el examen de la vida, el más complicado que seguramente tendremos. La angustia inunda el ambiente y quiero huir de las mentiras, los telediarios, el horario inquebrantable; y subirme a un escenario en que poder interpretar el papel que más me plazca en el momento menos esperado.
Porque la vida es esto; un teatro en que algunos se benefician de las acciones de las marionetas que manejan y, otros, dichosos, se dan cuenta de que nada es cierto; de que vivimos una ilusión o una ¿mentira?.

ÚLTIMO BAILE

ÚLTIMO BAILE
Bailaré hasta saciar todos mis anhelos, sintiendo cada soplo musical como la esperanza de que otro mañana será posible. Así, hasta bailar con la muerte, última compañera de todos, aquella a la que tendremos que conceder el baile que cierre la fiesta. N.O.G.

OLOR A CALLE

Te aferras a mí como un recuerdo, fruto de largas horas vagabundeando.
Te quiero en mí destructor del olvido, evocando horas pasadas.
Visualizo en tu aroma sugerencias vividas.
Fragancias exquisitas y nauseabundas como dos enamorados fusionadas.
Imágenes bellas y mortales grabadas en tu presencia.
Frases y pláticas como voz lejana.
Sonrisas y sollozos desgarrados pugnan por escapar de tu interior.
¿Dónde quedo yo?
¿Habito en mí o en ti?
No me dejes en el abismo de la ignorancia.
Arrópame con tu manto aromático, guárdame en el recuerdo de lo que alguna vez fui.

N.O.G.

"...pero vosotros ciegos estáis cuando no conocéis que nacéis para padecer y morís para descansar."

¿Qué valor damos a la vida?
¿Qué consideramos que somos durante nuestro viaje?
¿Cuál es nuestra misión? ¿Padecer?
Sinceramente, creo que la vida es lo más bello que posee el ser humano. Descansaré al morir, pero después de haberme cansado de felicidad.
N.O.G.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al divisar su Itaca verde y humilde. El arte es esa Itaca de verde eternidad, no de prodigios.

Jorge Luis Borges

NACÍ CON LAS MANOS VACÍAS

Y llenas de cuentos. Las manos sirven para escribir, amar o tejer. Hay para quien es el más dulce de los tormentos. Las manos pueden ser grandes, fuertes, etereas, capaces de todo y de nada. Demuestran y hacen mucho. Nací con las manos vacias pero llenas de historias que escribir, amar o tejer. Nací con las manos surcadas de ti pero sobre todo de mí.
CSB.

LA BELLEZA DE UN INSTANTE

LA BELLEZA DE UN INSTANTE
N.O.G.