viernes, 6 de marzo de 2009

GRITOS EN LA NOCHE

Su primer sollozo irrumpió en la noche rasgando el silencio como una cuchilla de filo helado. El segundo no surtió efecto, pues incluso la luna había acostumbrado su oído a estos gemidos lastimeros.
Ella estaba tumbada en la cama, sin poder dormir desde hacía años. Sentía un vacío en su interior, no sabía dónde. Pero era consciente de que su ser no cumplía todos los requisitos para llegar a existencia.
Nunca había sido feliz. De pequeña jugaba sola, en un parque en el que la arena era ya un recuerdo, y donde los columpios le arañaban los muslos.
No le dejaban salir con las demás niñas y contarse sus historias, pocas, pero constituyentes de su futuro pasado.
No cultivó recuerdos compartidos y quedó en ella una imagen de niña carente de sonrisa, pálida, inexpresiva.
Hoy por hoy seguía igual. Sin nada que decir al mundo. Sin nada que reprocharle, encerrada en los muros de su propia conciencia. No conocía el bien ni el mal. No sabía qué era el dolor, pero tampoco el placer.
No tenía nombre o no lo sabía, porque nunca la habían llamado, nunca la habían echado de menos, jamás la habían amado. No sabía qué era amor, lo desconocía por completo.
Antes que el amor estaba para ella la vida, todavía ausente.
Habían pasado 20 años de olvido e ignorancia crónica en su interior. El mundo seguía su ritmo sin pararse a pensar en la tristeza que desbordaba aquella cama nocturna y casi solitaria. Se desplazaba por las calles como un fantasma al que no prestan atención. Al que, incluso, temen.
Pero esta noche todo cambió. El mundo tuvo piedad y las estrellas brillaron alegremente en la oscuridad. Se acabó. Ya no había por qué seguir así. La niña, mujer a estas alturas, se levantó y con voz firme gritó en la noche. Pero su grito esta vez sonó a libertad, a esperanza, a valentía.
Esta noche nació un nuevo ser en el mundo. Alguien con ansias de consumir la vida intensamente, de vivir. Una especie en peligro de extinción.

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ÚLTIMO BAILE

ÚLTIMO BAILE
Bailaré hasta saciar todos mis anhelos, sintiendo cada soplo musical como la esperanza de que otro mañana será posible. Así, hasta bailar con la muerte, última compañera de todos, aquella a la que tendremos que conceder el baile que cierre la fiesta. N.O.G.

OLOR A CALLE

Te aferras a mí como un recuerdo, fruto de largas horas vagabundeando.
Te quiero en mí destructor del olvido, evocando horas pasadas.
Visualizo en tu aroma sugerencias vividas.
Fragancias exquisitas y nauseabundas como dos enamorados fusionadas.
Imágenes bellas y mortales grabadas en tu presencia.
Frases y pláticas como voz lejana.
Sonrisas y sollozos desgarrados pugnan por escapar de tu interior.
¿Dónde quedo yo?
¿Habito en mí o en ti?
No me dejes en el abismo de la ignorancia.
Arrópame con tu manto aromático, guárdame en el recuerdo de lo que alguna vez fui.

N.O.G.

"...pero vosotros ciegos estáis cuando no conocéis que nacéis para padecer y morís para descansar."

¿Qué valor damos a la vida?
¿Qué consideramos que somos durante nuestro viaje?
¿Cuál es nuestra misión? ¿Padecer?
Sinceramente, creo que la vida es lo más bello que posee el ser humano. Descansaré al morir, pero después de haberme cansado de felicidad.
N.O.G.
Cuentan que Ulises, harto de prodigios, lloró de amor al divisar su Itaca verde y humilde. El arte es esa Itaca de verde eternidad, no de prodigios.

Jorge Luis Borges

NACÍ CON LAS MANOS VACÍAS

Y llenas de cuentos. Las manos sirven para escribir, amar o tejer. Hay para quien es el más dulce de los tormentos. Las manos pueden ser grandes, fuertes, etereas, capaces de todo y de nada. Demuestran y hacen mucho. Nací con las manos vacias pero llenas de historias que escribir, amar o tejer. Nací con las manos surcadas de ti pero sobre todo de mí.
CSB.

LA BELLEZA DE UN INSTANTE

LA BELLEZA DE UN INSTANTE
N.O.G.